Analisis, opinion y guia de theHunter: Call of the Wild™

Amigo cazador de sillón, te cuento: theHunter: Call of the Wild™ es como ese colega al que invitas a una barbacoa y de pronto empieza a contar historias épicas que te dejan con la boca abierta. El:: mundo abierto es tan inmersivo que sentirás cosquillas en la espinilla cuando un jabalí cruce detrás de ti. Los gráficos son tan detallados que podrás distinguir los pelillos rebeldes del lomo de un alce a 200 metros de distancia. Lo mejor (o lo peor, según tu nivel de estrés) es el realismo: el viento, el canto de los pájaros, la vegetación que cruje… todo está diseñado para que te pongas en tensión y pienses: «¿Me acompañó al baño la diana de tiro o mi corazón late al ritmo de un rinoceronte en estampida»

¿La pega Que si eres de gatillo fácil, la paciencia se te va más rápido que la bala. Aquí no dispara el mejor punterazo, dispara el que estudia corrientes de aire, conoce la zona y no le tiembla el pulso cuando el bicho toca bocina. Dicho de otra forma: la curva de aprendizaje puede ser más empinada que una montaña rocosa, pero la satisfacción cuando logras un trofeo D1 es adictiva.

Género: Simulación de caza realista en un mundo abierto. Pero ojo, no es un FPS al uso: aquí el sigilo, la planificación y el respeto por las leyes de la naturaleza mandan.

Mecánica principal:

• Rastreo: Olvida el “apunta y dispara”. Debes leer señales: huellas, marcas de pasto doblado, excrementos… ¡hasta pelos pegados en las ramas!
• Herramientas: Prismáticos para escanear a distancia, kits de rastreo para calcular la antigüedad de las huellas, llamadores para atraer animales…
• Armas y munición: Rifles de caza , escopetas, arcos, ballestas, con calibres específicos para cada presa.
• Factores ambientales: Viento que cambia cada minuto, presencia de otros jugadores (en modo cooperativo), ciclos de día y noche, patrones de comportamiento animal.

¿Por qué engancha Porque no tienes un radar que marque al animal, sino que te conviertes en detective de la vida salvaje. Y cada disparo es una decisión crucial: un mal calibre o un mal ángulo y adiós trofeo perfecto.

1. Conoce tu entorno

Estudia los mapas topográficos (disponibles en tu libreta digital) para identificar ríos, claros y zonas de avistamiento. ¡No te vayas por ahí a lo loco, que luego te pierdes y tu clan de cazadores no te encuentra!

2. Silencio es oro

Evita pisar ramas secas, ajusta tu paso al suelo blando y aprovecha la hierba alta para camuflarte. Un consejo: usa calzado de caza para no hacer ruido… y cierra la boca cuando pases junto a un arbusto (la respiración agitada es tu peor enemigo).

3. El viento, tu aliado o tu verdugo

Respeta la dirección del viento: si sopla de detrás tuya, los animales te detectarán por tu olor. Usa la brújula para planificar una ruta “a favor de viento” y no te conviertas en almuerzo sorpresa.

4. El arma adecuada

Cada presa tiene su calibre: un rifle .270 es letal contra ungulados medianos, pero un jabalí o un alce te darán más guerra. Consulta tu inventario antes de aventurarte y no olvides que la munición pescará tu radio de acción.

5. Guarda cada trofeo

Al abatir a un animal, marca su ubicación. Luego, ve a recogerlo con el vehículo (si lo tienes desbloqueado) o a pata. Cada piel y trofeo suma puntos de experiencia y dinerito para mejorar tus herramientas.

Año de lanzamiento: 2017. Desarrollador: Expansive Worlds, un estudio sueco dedicado a los simuladores de caza desde 2010.

La idea nació de un grupo de cazadores empedernidos que, en lugar de abatir ciervos, se reunían para discutir balística y patrones de corzo. Decidieron trasladar esa pasión a un videojuego y colaborar con Avalanche Studios para pulir los gráficos. Tras varios prototipos y pruebas en la campiña sueca (sí, usaron dron y cámaras de alta velocidad para capturar el comportamiento de jabalíes reales), surgió Call of the Wild como simulador definitivo.

Desde su lanzamiento ha recibido múltiples actualizaciones que han ampliado mapas, especies y mejoras en la IA animal. Hoy día sigue vivo gracias a su comunidad y a la constante lluvia de contenido adicional.

DLC oficiales:

• Valdez Hills: un mapa en Arizona con bisontes y pumas.
• Loups-Garous: parque francés con temática medieval (lobo gigante, guiño a las historias de terror).
• Call of the M Wild: animales exóticos de todo el planeta.
• Precision Bowfishing: ¡arcos y pesca!: Carnada, arco especializado y especies acuáticas.

Mods de la comunidad: Gracias al Workshop de Steam existen mods que van desde nuevos vehículos, armas artesanales, brujerías de caza absurdas (como dianas flotantes para entrenar la puntería) hasta sonidos ambientes personalizados. La comunidad no para: skins de trajes de caza retro, animales mitológicos para bromear con los colegas, e incluso un mod para ver tu GPS en 3D.

• El fantasma del cazador: Si visitas el claro del lago al anochecer y apuntas con tu linterna hacia la orilla, podrás ver la silueta borrosa de un cazador desaparecido (solo efecto visual, no te asustes… mucho).
• La voz del desarrollador: En uno de los observatorios del Parque Hirschfelden, si te arrodillas y susurras ‘Expansive Worlds’, escucharás un eco que dice ‘¡Dame más bug fixes!’
• El ciervo disco: Hay un ciervo con pelaje psicodélico que aparece solo los martes a media noche. Dicen que es un guiño a la música electrónica sueca.
• Última bala: Si te quedas sin munición y sueltas todas las armas, tu personaje cantará una breve tonadilla gruñona. No sirve para nada, pero es entrañable.

• Red Dead Redemption 2: Aunque es más acción y narrativa, su caza y mundo abierto te recordarán a Call of the Wild.
• Far Cry Primal: Para quienes quieran un toque de prehistoria y dosis de supervivencia junto a bestias salvajes.
• Hunter’s Arena: Legends: Una mezcla de caza y combate PvP con un toque de fantasía asiática.
• Symphony of War: Si prefieres estrategia por turnos con unidades de caza (vale, no es caza literal, ¡pero tiene armamento bélico!).

¡Y ahí lo tienes, intrépido explorador de montes y lagunas digitales! Ahora solo falta calzarte las botas, ajustar el gorro y lanzarte a conquistar trofeos que harían temblar al mismísimo Tarzán. ¿Listo para rugir con cada disparo y susurrar al viento: «This is my kingdom» Pues dale al play y déjate llevar por la caza más épica jamás vista… sin mojarte ni un solo calcetín.