RimWorld: el simulador de colonias que te quita el hipo… y las provisiones
Bienvenidos, capitanes de colonias y amantes del caos controlado. Hoy vamos a sumergirnos en RimWorld, ese juegazo que mezcla construcción, gestión y supervivencia con diálogos más picantes que un chile habanero. Prepárate para reír, sufrir y comprender por qué te pasarás horas matando cucarachas espaciales… y quizá alguna que otra ardilla asesina.
Ficha técnica
Título | RimWorld |
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Desarrollador | Ludeon Studios |
Distribuidor | Ludeon Studios |
Plataformas | Windows, macOS, Linux |
Género | Simulación de colonias, estrategia, supervivencia |
Modos de juego | Un jugador (single-player) |
Web oficial | https://ludeon.com |
Tiempo de juego
¿Cuántas horas vas a echar en tu nueva colonia Pongámoslo así:
- Sesiones casuales: 100–200 horas. Perfecto para ver crecer tu imperio de carniceros espaciales.
- Jugadores adictos: Más de 500 horas. La adicción es real: un día mirarás tu vida y descubrirás que viviste en RimWorld.
- Speedruns: Si te gusta el riesgo, hay quien intenta llegar al final (¡huir en la nave!) en 8–24 horas. Buena suerte.
Análisis y opinión
RimWorld es como esa fiesta en la que no sabes si bailar, pelear o huir en el primer cohete que encuentres. Sus gráficas retro y minimalistas esconden una profundidad brutal:
- El motor narrativo: RimWorld usa un “storyteller” (narrador) que ajusta eventos según tu progreso. ¿Te aburres ¡Aquí va una plaga de termitas! ¿Te va bien ¡Te lanzo un pirata loco sobre jetpacks!
- IA inteligente: Tus colonos tienen personalidades y estados de ánimo. Un colono con depresión puede liarla parda… y marcharse, robando tu equipo mejor.
- Alta rejugabilidad: Cada partida es un drama diferente, con amores, traiciones, partos inesperados y explosiones de proporciones épicas.
En resumen, RimWorld es un bagazo de diversión con toques de tensión y humor negro. Un juegazo para gozar, maldecir y, de paso, aprender a cultivar patatas espaciales.
Mecánica y género
Este bebé combina varios géneros:
- Simulación de colonias: Construye, diseña y decora. Desde paredes acolchadas para tus enfermos hasta cámaras de tortura para piratas indeseables.
- Gestión de recursos: Comida, medicina, acero, madera y, por supuesto, chismes jugosos para tu colonia.
- Supervivencia: Entre ataques de megafauna gigante y de médicos rivalizando por una enfermera sexy, la vida es dura.
- Ambientación sci-fi: Torres láser, mechs gigantes, prótesis biónicas y artefactos alienígenas que te harán soltar un “¿pero qué diantres”.
Guía básica de supervivencia (o cómo no morir de vergüenza)
- Prioriza comida y refugio: Tu primer objetivo es no freírte al sol ni convertirte en un manjar para insectos.
- Skills al poder: Reparte tareas según las habilidades: hay quien corta leña y quien seduce piratas a base de encanto natural (o un buen arma).
- Defensas rudimentarias: Construye trampas y muros. Con suerte aislarás a los psicópatas… o al menos los dejarás con un molesto chichón.
- Atención a la moral: Si la gente está demasiado alterada, Montarás peleas de barro por cualquier tontería. ¡Mejora el ambiente con música, cerveza y un buen salón!
- Haz amigos con la IA: Elige bien tu storyteller: Cassandra Classic es implacable Phoebe Chill te deja tomar siestas… y Randy Random te hace vivir en un parque de atracciones apocalíptico.
Historia y desarrollo
RimWorld nació del genio (y la perspicacia) de Tynan Sylvester, quien en 2013 comenzó a perfilar este experimento social en forma de videojuego. Tras un exitoso kickstarter y años en Early Access (2013–2018), RimWorld salió de beta en 2018. Desde entonces:
- La comunidad ha aportado miles de mods en el Steam Workshop.
- Ludeon sigue dando soporte y probando parches antientropía, afinando bugs y agregando pequeñas mejoras.
- La comunidad ha creado fanfics, tiras cómicas y hasta canciones sobre colonos que se enamoran en la topadora.
Mods y DLCs
Si creías que ya no podías personalizar más, aquí viene la fiesta:
DLCs Oficiales
- RimWorld: Royalty – Añade imperios galácticos, nobles, poderes psiónicos y juramentos de sangre.
- RimWorld: Ideology – Crea religiones absurdas, rituales sexuales y totales dedicaciones a la vaca espiritual (sí, has leído bien).
- RimWorld: Biotech – Modifica genes, cría mechs-orgánicos, desarrolla cultivos de gusanos gigantes y te convencen de que los cyborgs tienen sentimientos.
Mods imprescindibles
- ED-Embrasures: Para defensas más realistas con muros y embrasures automáticas.
- Hospitality: Invita a transeúntes y negocia con carisma (o amenazas veladas).
- Vanilla Expanded Series: Añaderen nuevos objetos, especies, oficios y mecánicas sin romper la estética original.
- Prepare Carefully: Personaliza totalmente tu grupo inicial, desde habilidades hasta tatuajes y trastornos mentales únicos.
Curiosidades y Easter Eggs
- Si derramas sangre alienígena en tu base, ¡puede mutar la fauna y convertirla en bichos extraños que caminan al ritmo del reguetón!
- Algunos colonos tienen salud tan frágil que al estornudar pueden perder una pierna.
- Hay un evento secreto llamado “Llamada de Cthulhu”… o parecido. Mejor no invites a ese colega con tentáculos.
- Si entras a una partida con hora impar en tu PC, Randy Random sube la dificultad… o te regala una navidad adelantada con 1000 bisontes borrachos.
Juegos similares
Si RimWorld te sabe a poco pero amas la gestión caótica, echa un vistazo a:
- Dwarf Fortress: El abuelo de la simulación extrema. Gráficos ASCII, profundidad inabarcable y cuervos suicidas incluidos.
- Oxygen Not Included: Sobrevive bajo tierra en un asteroide lleno de fango tóxico y termitas rabiosas.
- Prison Architect: Diseña tu prisión de ensueño… o de pesadilla. Llena de fugas, motines y chapuceros oficiales corruptos.
- Factorio: Automoción, fábricas y extraterrestres que se irritan porque les robas su petróleo.
Conclusión
RimWorld es ese vicio que te hace reír, llorar y arrancarte los pelos a base de aleatoriedad sádica. Con una jugabilidad profunda y modding casi infinito, es el patio de recreo ideal para estrategas a quienes les guste poner a prueba la paciencia… y el sentido del humor. Ponte el casco, ajusta tu lanzallamas y prepárate para una aventura espacial donde tú eres el Dios… pero uno muy travieso.